¿Vas al baby shower de unos amigos? ¿Por qué no les das su regalo en esta adorable caja? La mejor parte es que puede reutilizarse para muchas cosas después.

Mantén a los más pequeños ocupados con este transportador de Legos tamaño viajero. Simplemente pega una pieza base en la tapa y guarda los Legos dentro para tener luego horas de diversión.

Lo bueno de guardar los juguetes de playa de tu hijo en un recipiente para toallitas húmedas de bebés es que se pueden volver a usar en la playa para fabricar castillos de arena. ¿No vas a la playa? Puedes ir a la caja de arena.

Evita que tu hilo se enrede y anude. Tira del extremo por el agujero en la parte superior. Este método también funciona bien para la cinta. Puedes ordenar por colores colocando pegatinas de colores en los extremos de cada caja.

Con los bebés, vienen alrededor de mil objetos pequeños, y cada uno es sumamente importante. Mantén un registro de todos esos artículos usando las cajas de toallitas húmedas para organizarlos. Esto también ahorrará tiempo porque encontrarás las cosas más fácilmente.

Los juegos de mesa son una gran manera de mantener ocupados a tus hijos menores mientras tu bebé está pequeño, pero las piezas pequeñas de los juegos se pierden fácilmente. Mantén un registro de tus piezas guardándolas de forma organizada. Pegar una etiqueta en el exterior del contenedor ayudará a identificarlos.

Los recipientes vacíos para toallitas húmedas son perfectos para guardar bolsas de plástico. Hacen que sea muy simple agarrar una bolsa a la vez a través del agujero en la parte superior, en lugar de tenerlas apiladas como se hace habitualmente.

Usa tapas de plástico para jarras de leche como dinero para simular una alcancía real para tu bebé. Agregar orejas y ojos hará que tu alcancía sea lo más linda posible y también dibujará una sonrisa en la cara de tu bebé. Este es un gran juego para mejorar la coordinación ojo/mano.

Recicla tus envases de toallitas para cultivar tus propias hierbas. Llénalos con tierra para macetas y semillas y luego colócalos cerca de una ventana o en tu porche. Tendrás hierbas en poco tiempo. Asegúrate de regarlas con frecuencia.

Todos los niños aman un cofre del tesoro para guardar sus pertenencias más preciadas. Píntalos con pintura dorada y luego puedes personalizarlos dejando que tu hijo escoja las etiquetas y las pegue.

Escribe las letras del alfabeto en las tapas de las jarras de leche y deja que tu hijo “alimente al monstruo”. Asegúrate de agregar ojos y dientes de fieltro para obtener el mejor efecto. Esta es una gran manera de enseñar tanto sonidos como letras.

Usando una lata de pintura de pizarra, pinta el contenedor de toallitas. Ahora puedes duplicar su uso, para almacenamiento de tiza y también como pizarra. Deja que tus hijos dibujen sobre la caja, luego limpia y comienza de nuevo.

Llena el contenedor de toallitas vacías con artículos pequeños y juguetes que se puedan introducir a través de la abertura en la parte superior de la caja. A los bebés les encantará llenar la caja, vaciarla de nuevo y llenarla una vez más. Todos los artículos se pueden guardar en la caja y esta en tu auto.

Otro uso increíble que puedes darle a los contenedores de toallitas en los viajes es convertirlos en la caja de los bocadillos. Haz que tu hijo tenga su propia versión de la caja llenándola con todos sus bocadillos saludables favoritos. Asegúrate de incluir un jugo de cajita y agua embotellada.

Mantén tus materiales de arte ordenados prolijamente para que los uses de forma más fácil cuando decidas hacer una manualidad. Los marcadores y crayones se adaptan bien a estos contenedores y se pueden acomodar si eliges dejar las tapas puestas, por lo que caben bien en espacios pequeños.

La ropa de bebé es muy pequeña. Mantenla organizada colocando calcetines, sombreros, camisetas y baberos en contenedores individuales en el armario. Quita las tapas y guarda los zapatos en contenedores vacíos en el piso de su armario .

Esta manualidad tan simple usa un envase de toallas para bebés. Con un poco de papel y pegamento, tu hijo puede tener su propia versión en miniatura de una laptop. Usa calcomanías para las letras del “teclado” y pega una foto de tu bebé en la “pantalla”.

Pega con cinta adhesiva o pegamento una libreta debajo de la tapa de un contenedor de toallas para bebés. Llénalo con crayones, marcadores, o lápices de colores. Puedes usar notas adhesivas en lugar de papel regular, para más diversión.

Los contenedores de toallas son del tamaño perfecto para guardar bolsas de leche materna. Las bolsas caben perfectamente en ellas y los contenedores se pueden colocar en el congelador. Marca la fecha en el exterior de la caja con un marcador permanente.

Con todos estos usos en beneficio de tu bebé, ¿por qué no usar uno de esos contenedores para ti? Son de la altura perfecta para guardar los frascos de esmalte. También puedes guardar tu removedor de esmalte y otros implementos de manicura.

Hablando de esmalte de uñas… La tapa de las toallitas es muy útil para sostener la botella de esmalte mientras te pintas las uñas. Solo colócalo en el orificio que está en la parte superior, tendrás una manicura libre de desastres.

Guarda todas esas fotos sueltas en tus cajas de toallitas vacías. Puedes ordenarlas por eventos o por años. Esto hace que sea sencillo encontrar una foto para mostrar a tus hijos. Intenta identificar cada contenedor pegando la foto más memorable de ese año en la caja.

Finalmente puedes colocar todas esas recetas en orden. Usa un contenedor para cada tipo de recetas como platos principales, guarniciones y postres. Incluso puedes escribir cada receta en una ficha para que las guardes de forma más organizada.

Buscar la especia adecuada cuando estás tratando de hacer una receta y atender a un bebé quisquilloso no es pan comido. Los pequeños frascos de especias se almacenan muy bien en el recipiente vacío de toallitas húmedas para bebés. Puedes agarrar todo el contenedor de especias a la vez y ahorrar el tiempo que perdías mirando a través de tus gabinetes para tomar la que necesitabas.

Mantén tus cables, adaptadores y cargadores electrónicos guardados cuidadosamente en contenedores de toallitas vacías. Incluso los cables más grandes pueden caber en ellos. Guarda cordones más pequeños y cables en tubos de papel higiénico para evitar que se enreden entre sí.

En lugar de gastar dinero en más toallitas, haz las tuyas. Usa una receta natural con aceites esenciales. Coloca toallas de papel en el recipiente y vierte la solución sobre ellas. Incluso puedes hacer toallitas reutilizables con tela.

Usa pega blanca y tu tela favorita para hacer cajas decorativas que se puedan usar en cualquier lugar de tu hogar. En lugar de tirarlas o esconderlas, puedes mostrarlas. Corta la tela para que coincida con el tamaño de la caja y simplemente coloca una capa de pegamento sobre el envase. La tela se pegará como, bueno, ¡como pegamento!

Usa bloques, Legos, pequeños muñecos de peluche o incluso alimentos para enseñarle a tu bebé habilidades motoras. Envuelve la caja en papel de contacto de colores y luego dale a tu bebé objetos pequeños, uno por uno, para ponerlos en la caja. Las galletas regulares y de animales son las mejores para esta actividad.

Si los miembros de tu familia tienen dificultades para encontrar sus pertenencias, hacer estas cajas de almacenamiento personal ayudará. Escribe el nombre de cada persona en el costado de una caja usando pintura o marcadores permanentes. Colócalas en áreas donde las pertenencias se mezclan, como cajones de baño y armarios compartidos.

En lugar de guardar las baterías en un cajón donde giran cada vez que lo abres, puedes organizarlas en sus contenedores de toallitas vacías. Incluso las baterías D grandes caben perfectamente. Clasifica las baterías en contenedores por tipo o coloca divisores de cartón entre ellas para almacenarlas en el mismo contenedor.

Crea tu propio centro de correo donde puedas acceder fácilmente a todos tus suministros. Guarda sobres, sellos, un talonario de cheques, papel y bolígrafos en la caja del centro de correo para escribir rápidamente cartas y emitir pagos.

Guarda la comida para mascotas en tu contenedor y llévala contigo en los viajes. Tu mascota puede comer directamente del contenedor. Es fácil de almacenar, fácil de usar y puedes lavarlo y reutilizarlo una y otra vez.

Guarda el jabón de burbujas en un contenedor de toallitas vacías que tenga un pequeño orificio en la parte superior. Corta la parte blanda de la tapa, dejando un agujero más grande. Dale a tu niño una varita de burbujas y muéstrale cómo sumergirlo en la solución a través del orificio. La robusta caja evita que la solución se derrame.

Crea este adorable coche de juguete haciendo agujeros para pasadores a través de la caja. Fija las ruedas a los pasadores y una caja de lápices más pequeña al frente. Puedes guardar animales y personas de juguete dentro.

Pega fieltro en la parte interior de la tapa de la caja o dentro de la caja. Recorta pedazos de fieltro en las formas de las piezas del Sr. Cara De Papa. Las piezas se pegarán a la tapa de fieltro para hacer fotos. Guarda las piezas en la caja.

Los niños pequeños y bebés tienen muchos libros. Por lo general, tienen el tamaño adecuado para las manos pequeñas, lo que les da el tamaño justo para guardar en recipientes vacíos. Usa pegamento blanco para decorar las cajas con páginas de libros antiguos para niños.

Deja que tu hijo decore su caja de San Valentín con pegatinas y formas de papel. Escribe su nombre con marcador en la parte frontal. Puedes guardar en la caja los regalos de San Valentín.

Los niños tienen muchos problemas para obtener la cantidad adecuada de papel higiénico. Coloca un rollo de papel higiénico en la caja y cierra la tapa. Tira del extremo del rollo a través del orificio en la parte superior. Esto ayuda a los niños pequeños a obtener pequeñas cantidades.

Los contenedores de toallitas vacías son de un excelente tamaño para una pequeña caja de juegos sensorial. Llena la bandeja con arroz seco o frijoles y coloca una pala para cavar. Oculta los objetos pequeños en el arroz seco y deja que tu niño los cave con la cuchara.

Cada hogar con niños necesita un botiquín de primeros auxilios. Llena el tuyo con vendajes, ungüento antibiótico, un termómetro y medicamentos. También puedes hacer un kit Boo-Boo para niños. Llénalo con vendajes, bolsas de hielo, pegatinas o paletas. A tu hijo le encantará usarlo cuando tenga un raspón.